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LA REGATA ES UNA FUENTE DE PLACER Y PERFECCIÓN

Si te deleitas con pasión o la descubres con curiosidad, la regata es una fuente de placer y perfección. Es una de las prácticas de navegación más atractivas, pero no siempre parece comprensible o accesible, porque se cree que está dirigida a una élite técnica o financiera, cuando no es así. Aquí os dejo una descripción general de las formas de regatas y, más particularmente, de las relacionadas con los cruceros.


La navegación puede tomar muchas formas, como una competición deportiva, un viaje en alta mar, un crucero por las islas o simplemente dar vueltas en el agua. Pero, en cualquier caso, hay siempre una excusa para hacer avanzar un bote usando el viento.

La competición deportiva, en otras palabras, la regata, es multiforme como nuestro universo náutico. Competimos en botes pequeños o barcos altos, solos o en tripulación, frente al horizonte o frente al puerto, con veleros idénticos o con una flota heterogénea.

Obviamente para los regatistas es una fuente de emociones, pero también es una excelente manera de mejorar en todas las áreas de navegación. Y estos son dos buenos argumentos a favor de la práctica de la regata, para aquellos a los que les gusta navegar.

Si la regata puede desatar pasiones, también puede simplemente atraer al dueño de un yate que quiera probarla. Aunque es cierto que incluso para seguir las noticias náuticas o las discusiones de barra, es útil tener algún conocimiento sobre el funcionamiento de las carreras.



Con este articulo intentaremos dar una visión general de las prácticas de regata sin perder el buen humor ...

Estamos particularmente interesados ​​en regatas de cruceros y en los sistemas de medición que permiten que diferentes yates funcionen juntos.

Y para aquellos que quieran participar en una regata de crucero, explicaremos las diferencias entre los indicadores y los medios para obtener los certificados necesarios para inscribirse en una carrera.

Todo lo que queda es entender las reglas del juego, preparar el velero y entrenar para la regata.

A continuación, os hablaré de qué cosas considero esenciales en todo buen patrón que se precie, si quiere seguir con una tripulación estable y, lo más importante, con ganas de pasárselo bien y disfrutar de un día de regata.

SER BUEN PATRÓN, no es solo ser el que gana regatas y está constantemente en lo más alto de la tabla. Que yo sepa, el 99% de nosotros no aspira a mucho más que poder alzar en alguna regata de club el trofeo de alguna regata de verano; pocos serán los que vayan a estar compitiendo contra Chuny Bermúdez, Loïck Peyron o Michel Desjoyeaux.

Aprovecharé la experiencia de mi última regata con el MUYAYArrecife / Agadir para resumir una serie de buenas prácticas que diferencian al buen del mal patrón, ya que es la persona que cuida a su tripulación, el verdadero motor del barco de vela y que, además, hace que esta quiera seguir viniendo regata tras regata.


NO GRITAR EN LAS REGATAS

No gritar debería ser la norma número 1 que todo patrón debería tener grabada a fuego en la cabeza. Como tripulantes venimos a disfrutar de la competición y no todos somos infalibles y, mucho menos, ejecutamos las maniobras al dedillo.

Vale que de vez en cuando se hace alguna «cagada» que invita a pasar al tripulante por debajo de la quilla, pero que, por sistema, se tenga a un patrón vociferando desde la popa poniendo a prueba los tímpanos de todos, no es lo que más invita a volver a repetir el embarcarse en ese velero.


PREPARAR EL BARCO ANTES Y DESPUÉS DE CADA REGATA

Tampoco es el caso del MUYAY, pero todos conocemos casos de patrones y armadores que regata tras regata, llegan al barco ya listo para soltar amarras y salir a hacer la regata. A la vuelta lo mismo, pisan tierra y se desentienden de recoger el barco.


Un patrón, además de la autoridad a bordo debe de dar ejemplo también. A mí me parece una auténtica falta de respeto hacia la tripulación no estar en los trabajos preparatorios del barco, porque por un lado enseñas a los que menos saben y aprovechas el tiempo para ir explicando las posibles tácticas y estrategias del día. Siempre hay más barcos que tripulantes y este me parece un punto crucial para mantener a una tripulación cohesionada y con ganas de repetir en las siguientes pruebas con el mismo barco, en vez de buscarse otro.


ENSEÑAR A LA TRIPULACIÓN A REGATEAR

Hay que hacerse a la idea, al final siempre iremos con un porcentaje importante de la tripulación que serán unos auténticos novatos en esto del mar y aún más de las regatas.

Hay patrones que buscan a tripulantes cuya única misión sea la de hacer de “de paquete que se desplaza de banda a banda».


Pero si queremos aumentar las posibilidades de que esa misma gente tenga interés en volver (y quién sabe si incluso convertirse en un regatista habitual) debemos tener la paciencia necesaria para enseñar los rudimentos y básicos de un barco dentro las regatas.


Para que nuestra tripulación habitual no haga sus “Cagadas” de turno tendremos que dedicar el tiempo necesario a explicar las maniobras, los puestos de cada uno, qué es lo que debe hacer cada tripulante y cuáles son los tiempos.

Es cierto que es difícil quedar entre semana, no hay más tiempo para salir todos juntos que el mismo día de la regata, pero entonces debemos tener muy claro que, si no pasamos por esta etapa, no podemos esperar que nuestra tripulación mejore mucho y gritar (¿recuerdas el primer punto?) no es la solución.


LA COMIDA, HAY QUE ALIMENTAR A LA TRIPULACIÓN

La norma general es que el patrón sea quien se ha encargado de llevar la comida y bebida para la tripulación.

El menú es más o menos siempre lo mismo pero muy efectivo. Bocadillos de jamón cocido, con queso, salchichón, salami, galletas y algunas gominolas. Lo completamos con las botellas de agua y una manzana por cabeza… y que no falten algunas cervecitas cuando lleguemos a puerto 😉


No digo que tenga que ser el patrón el que deba encargarse de llevar la comida, pero sí asegurarse de que habrá algo para los tripulantes. Puede designar a un tripulante que se encargue de ello y de paso, convertirse en el “First Crew del barco.

Cada uno que se organice como quiera, pero por favor, que haya siempre algo a lo que hincarle el diente, que las regatas pueden ser largas y el mar da mucha hambre.




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